Desnudos

Aunque nacieron desnudos, con el paso de la vida se habían ido vistiendo con ropas que no eran de su talla, que no asentaban perfecto en la percha de sus almas, de unos colores mustios que en nada favorecían los vivos reflejos de sus esencias.
Los demás daban mucho valor a aquellas prendas, pero ellos conocían de la riqueza de lo que cubrían y cuando les era posible se citaban para quitárselo todo, desvestir su alma, descubrir su cuerpo, despojarse de las vergüenzas, para hablarse, escucharse, sentirse, amarse...
Porque resulta mucho más sencillo desnudarse ante alguien que ya está desnudo, hablemos de cuerpos o hablemos de almas...

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