sábado, 9 de julio de 2016

Él la recorría

Él la recorría cada noche, la sabía de memoria.
Toda su anatomía tenía sabor a gloria, y un olor en el que se impregnaba hasta extasiarse. Su boca trataba caminos infinitos uniendo todos sus poros de su piel.
Conocía todos sus lunares y cada uno de sus cabellos, conocía sus manos y sus piernas infinitas, sus curvas y sus valles. Cada noche se adentraba en sus senderos, y no dejaba migas de pan para volver, porque su único deseo, era perderse en ella...
|π$tinto©

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