martes, 9 de agosto de 2016

Los mejores amantes

Se acostó con ella decidido a hacerle el amor...
Se tumbó a su lado mirando al techo, imitándola, fijando su vista mucho más allá de la desconchada pintura para intuir qué le preocupaba. Delicadamente rozó con su meñique el de ella, lo puso encima de su piel y comenzó a acariciarla casi descuidadamente.
Ese leve roce que le decía: "Schhhhh, no digas nada, sólo quiero que sepas que estoy aquí si te hago falta..."
El silencio los envolvía de una manera cálida, con esa falta de palabras que sólo se antoja cómoda cuando estás con quien deseas. Envueltos en esa banda sonora de caricias en diminutos círculos, de pequeñitos besos en el dorso de las manos, en las sienes, en los hombros, de te quieros dichos en susurros imperceptibles con los dedos.
Música de las sábanas al arrugarse, al girarse para abrazarla, al poner su torso para su tranquilidad, para que escuchase que su corazón latía por ella, con ella, para ella.
Y así la acompañó toda la noche, haciéndole el amor con la ropa puesta, y el alma desnuda, sacándole incontables orgasmos a complicidades, como hacen los mejores amantes...

Iπ$tinto©

No hay comentarios:

Publicar un comentario