miércoles, 10 de agosto de 2016

Quizá no comieron perdices

Quizá no comieron perdices, ni tuvieron un final feliz. Ese remate a la historia que todos esperaban, al que los demás les empujaban para catalogarlos como pareja al uso, como ejemplo de relación.
Quizá pintaron fuera de los márgenes, o emborronaron una preciosa caligrafía al escribir el último renglón.
Quizá se merecían prolongar aquel estado de sueño perenne, de magia para dos, de levitación por encima de todas las cosas, de envidia sana para cualquiera con los que se cruzaban.
Quizá el caprichoso destino ya les tenía marcados caminos dispares, pero ellos disfrutaron de cada segundo que pasaron juntos, y sólo por eso, ya mereció la pena...
|π$tinto©

No hay comentarios:

Publicar un comentario