La sensualidad

Estarás preparado cuando entiendas que la sensualidad es una actitud, algo que depende de la conducta, del talante y la predisposición.
Está presente en una mirada, unos ojos que te miren de esa otra manera que no te miran otros, que no es superficial ni se queda en el exterior, que te desnuda y te traspasa.
Está en ese movimiento corporal que no pasas por alto, en ese gesto tan sutil como llamativo, ese que llama poderosamente tu atención y remueve tus brasas internas acalorándote.
Está en el sonido de esa voz que penetra cualquier barrera interna hasta zarandear tu médula espinal como un junco a expensas de los caprichos del viento.
En ese olor inigualable que lo acompaña todo y ya no olvidarás, que cuando lo vuelvas a oler, aún pasen muchos años, inmediatamente te transportará a aquel preciso momento.
Porque la sensualidad entra por los sentidos para revolotear por todo el interior incitando y enriqueciendo la sexualidad, yo me quedo con la gente sensual, la que mira, se mueve, habla y huele de esa manera, la que eleva mis emociones a otro nivel...

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