Qué curioso que coincida el día del trabajador y el día de la madre...Tú que trabajabas por el único salario de verme sano y feliz.
Tú, que fuiste el médico que me curó muchas madrugadas, la chef del mejor restaurante donde siempre comí, la monja que perdonó todos mis pecados, la psicóloga que escuchó todos mis problemas, la maestra con más paciencia, la discreta vigilante que velaba por mi seguridad, la conductora que sabía todos los caminos y me llevaba a los más lejanos lugares, la mejor compañera de juegos, la más, la única, la incomparable.
Muchas mujeres me abrazaron, pero ninguna se acercó a lo que sentía en el cobijo de tus inmensos y acogedores brazos. Ningún lugar me daba esa seguridad, a salvo de cualquier daño, oculto a los miedos, la cura a cualquier mal.
Muchas he besado, pero ninguna me besó como tú, con tu capacidad de curarme heridas físicas y del alma.
He cogido a mujeres de la mano, pero cuando tú asías las mías, yo iba contigo tranquilo al fin del mundo.
He dicho y he escuchado te quieros, pero no sonaban como los tuyos, porque hay mujeres, y luego estás tú, la persona por la que soy quien soy, mi guía, mi ejemplo... te echo en falta, mamá...
|π$tinto©
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