lunes, 6 de junio de 2016

Los libros del querer

El prólogo te gusta, te incita, y sólo piensas en devorar ávido más hojas, pasarlas una a una con las yemas de tus dedos mojadas en su saliva, adentrarte en la lectura de su alma. Escribes en su cuerpo pequeños relatos de amor, firmas en su piel dedicatorias en lascivos capítulos eróticos, y no deseas tener que llegar a redactar el epitafio de vuestra novela.
Es entonces cuando le otorgas el papel proganista de la historia, en tus libros del querer...
|π$tinto©

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