jueves, 9 de junio de 2016

Al mar

Iba a llorarle al mar, a contarle sus penas, a desnudar su alma.
El agua la limpiaba por dentro y por fuera, la espuma la protegía como una nube de dulzura, el viento le daba en la cara bofetadas de realidad, el aroma del salitre le invadía los pulmones y le escocía como herida que cicatriza, sentir la arena bajo sus pies le limaba los callos del corazón.
Cada revolcón que le proporcionaban las olas eran disgustos de los que se desprendía. Ese silencio cuando sumergía su cabeza, acallaba su conciencia.
Y así se bañaba una y otra vez en aquella desierta playa cualquier tarde de invierno, a salvo de miradas indiscretas, de influencias externas. Eran ella y el mar, y así arreglaban sus desavenencias, discutían y se peleaban hasta que se desprendía de su carga. Un cara a cara que duraba el tiempo necesario para sentirse más liviana, hasta que veía como la marea arrastraba su naufragio y se lo llevaba lejos de ella, dónde ya no lastimase...mar adentro.

|π$tinto©

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